En la naturaleza podemos observar constantemente las transformaciones que sufre la energía, es decir, cierta cantidad de la misma termina pasando de una forma hacia otra. Podemos hacer esto más dinámico si lo pensamos con ejemplos por pasos:

PRIMERO - El sol tiene una gran cantidad de hidrógeno en su composición, dos átomos de este elemento pueden unirse dando a lugar una fusión nuclear. El resultado de tal unión es un átomo de helio. En el proceso se genera una forma de energía que nosotros percibimos como luz, o sea que nuestra querida estrella nos ilumina gracias a que en ella se transforma la energía nuclear en energía radiante.
SEGUNDO - La Luz del sol tarda unos 8 minutos en llegar a nuestro planeta. Las principales beneficiadas de todo este proceso terminan siendo las plantas, pues gracias a su proceso de fotosíntesis transforman la energía radiante en energía química, la cual queda almacenada en las uniones atómicas de los nutrientes.
TERCERO - Los nutrientes almacenadores de energía química son consumidos por animales (incluido el hombre) los cuales luego de la digestión los incorporan a sus cuerpos. Dentro del cuerpo, un proceso llamado respiración (no confundirla con la ventilación: inhalar y exhalar) utiliza el oxígeno para desarrollar un complejo sistema metabólico del cual se obtienen moléculas energéticas (llamadas ATP) que se utilizan para transmitir la energía química y transformarla en energía cinética (contracción muscular), térmica (aumento de la temperatura), radiante (en algunos animales como luciérnagas), etc.

El traspaso de energía desde un organismo a otro está mantenido por la cadena trófica. Una secuencia de agentes consumidores que van generando el traspaso de moléculas energéticas desde las plantas hasta los animales. La cadena, implica que las plantas sean consumidas por animales herbívoros u omnívoros y éstos últimos devorados por animales carnívoros u omnívoros. De tal modo que aquello que comenzó como energía radiante por la fusión de dos átomos de hidrógeno, concluye en el pasaje de energía química en forma de nutrientes desde un ser vivo hacia otro. Por último, los agentes descomponedores como por ejemplo, hongos, suelen culminar el trabajo y perpetuar el ciclo.

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